miércoles, 28 de noviembre de 2012

Al compás de los tiempos

Sabor de cerveza entresemana,
volviendo a casa al compás

del eco de tus pasos.
Sobre un asfalto centelleante,
saltando de luz en luz tenue.

El Süddeutsche Zeitung,
a pesar de ser bávaro,
es un buen periódico.

El Frankfurter Allgemeine Zeitung,
es un buen periódico
a pesar de ser conservador.

El Frankfurter Rundschau
es de izquierdas
y tiene una fecha de defunción marcada en tres meses
si no encuentra inversor.


miércoles, 31 de octubre de 2012

Escrito en las paredes

La noche llega.
Optas por quedarte en casa
¿o te sumerges en ella?

Una pequeña decisión
puede cambiarte la vida.

(Corre, Lola, corre)

Que sea para mejor.

domingo, 21 de octubre de 2012

Los LaZieS (by Chalao)

Ya me estoy cansando, no se deciden a difundir sus últimas grabaciones.
A raíz de una historia que les llegó a través de Bang, se debaten entre una licencia Creative Commons o registrar sus canciones en la GEMA.


Resulta que un rapero amigo suyo le contó a Bang que en un programa de televisión habían utilizado sus canciones sin decirle absolutamente nada y, lo que es peor, sin que él percibiese beneficio alguno. Esto ha vuelto desconfiados a Marrone y a Bang que ya dudan de la efectividad de la bien intencionada, pero quizás demasiado blanda, licencia Creative Commons. La GEMA es la sociedad mayoritaria en la gestión de derechos de autor de Alemania, como la SGAE en España pero menos salpicada por la corrupción y, por lo tanto, con más poder. Tanto como para bloquear en Youtube cualquier vídeo que consideren que vulnera los derechos de autor. Algo estúpido, por otra parte, ya que mayoritariamente bloquean vídeos de canales oficiales que seguramente están ahí para promocionar a los artistas. Si el internauta no los puede ver, tú me dirás qué promoción se está haciendo. Además de que el internauta termina viendo el vídeo a través de cualquiera de sus réplicas no oficiales.

En fin, es una buena ocasión para saber algo más de estos soplagaitas. Lo que sí os puedo decir es que esas nuevas canciones son: Cervello, Sex Time, The Night y de The Western Side of the World, no necesariamente en este orden.
Voy a liberar al Barón.

¿Qué opinas tú?

jueves, 11 de octubre de 2012

Ya lo dijo Homer, ahora lo cantan MUSE


Hola, soy Chalao.

Tengo secuestrado al Barón hasta que no me devuelva el Cola-Cao, a mí no me engaña con el Goody Cao este, así que ya que estoy aquí os voy a hablar de lo único que sé y que me pone más aún que el Cola-Cao.


MUSE
The 2nd Law
Warner

Como al resto del mundo, ha llegado al Berlín Este cierto disco occidental llamado “The 2nd Law”. Lo firman unos tales Muse y se trata de su último asalto al trono mundial del Rock. Os contaré cómo me encontré con él, pero no sin antes llevarle el texto al Barón para que me lo corrija y darle unos traguitos de Rothaus Pils para que no nos moleste.

****

Entré en aquella sala repleta de yonkis de la cultura, deleitándose con si ésta o aquella sería su próxima dosis. Por suerte, yo ya tenía la mía preparada: reluciente compact disc dentro de la cadena musical, pequeña pantalla anunciando 53 min. 36 seg. en números digitales. Ponte los cascos, dale al play.

The 2nd Law arranca como ha de hacerlo un disco de Rock, con un latigazo llamado “Supremacy”, riffs fuertemente distorsionados y poderosos fusionándose con una orquesta clásica donde destacan los violines mientras la voz le canta al infinito prometiéndose acabar con: “your supremacy”. Toda una declaración de intenciones. Al final se la han dado a Adelle pero “Supremacy” podría ser el tema de Muse para 007. En cualquier caso me dejó clavado y expectante de qué vendría después.

Lo siguiente es una continuación como tiene que hacerlo un disco Pop, que Muse están donde están, una melodía pegadiza que añade argumentos vía auditiva para que sigas explorando qué más da de sí esta obra. “Madness”, el single de adelanto  que me había hecho interesarme más de lo habitual por este disco, es un cambio total, una melodía que me gustaría escuchar a capella e incluso me arriesgaría a apostar por el Doo Wop. Sugerencias aparte,  en su intento de hacer una canción minimal, al final les salió clavadita a una canción llamada “I Want to Break Free” que unos tales Queen popularizaron hace 28 años. No es esta la única vez que estos tales Queen vienen a la mente escuchando The 2nd Law. Muse es el nuevo modelo de rock de estadio y han encontrado un gran referente al que seguir aunque, dicho a su favor, sabiendo traerlo al presente con la tecnología y sonidos actuales.

El riff de bajo que abre “Panic Station” recuerda peligrosamente a “Another One Bites the Dust”, otra canción que estos tales Queen popularizaron a comienzos de los ochenta. “Panic Station” termina de meter a Muse en el funk, un género que los de Devon se propusieron vetar en su música desde sus orígenes allá por 1994, como cuenta el interesante artículo de Xavi Sancho en la RollingStone de septiembre. Esta nueva influencia hace que el estribillo llegue a recordar a ese rock bailable que Franz Ferdinand pusieron bajo el foco.

Entre potencia y melodía, se van alternando los cortes de The 2nd Law, con repuntes de ésta o de la otra aquí o allá, como el preludio a piano que prepara el terreno a la colosal “Survival”. Quién le iba a decir a los fans que se enamoraron del sonido de Muse con Origin of Symmetry que aquel grupo terminaría escribiendo e interpretando la canción de unos juegos olímpicos. Con coros de voces tenores y sopranos, es toda una opera rock en su sonido, no en cuanto a historia. La influencia de estos tales Queen continúa intacta pero con un sonido demoledor, grandioso, en fin, de estadio olímpico. Me queda la duda de si su letra podría tener una lectura irónica.

Llega un océano eléctrico de tranquilidad con un comienzo techno de principios de los 90 y para terminar con la primera tapita de Dubstep, producida por unos referentes en el género: Nero. Es el estribillo de “Follow me”, “Sígueme” que te canta Matthew Bellamy, él te guía por un viaje a través del panorama de la música popular actual. Y, hablando de actualidad, está “Animals”: una feroz crítica a ciertos personajes tristemente protagonistas de nuestra historia reciente. Esta es una canción, en cuanto a música, al estilo clásico de Muse, de las que sin duda gustarán a los fans de siempre, variando algún matiz pero donde vuelven a recordar a unos Radiohead más heavies. O punks, ese énfasis en el “Kill yourself, come on and do us all a favour” contiene esa rabia característica del género.

Pero si nos habíamos airado, ya nos relajamos con “Explorers”. Una nana ideal para dormir, si los tienes, a tus rockeritos. Rockeritos que tienen que haber salido de una relación de pareja, de eso va “Big Freeze” pero con metáforas de amor compuestas de tormentas eléctricas o nubes estelares de gas. Sin perder la referencia a Queen en los coros, aquí es cierto que se acercan a U2, como apunta Juan Destroyer en La Heavy del Mariskal Romero.

Otro animal radiofónico, Ramón Redondo, se habrá deleitado con “Save Me”, canción ingrávida donde las haya y que da otra dimensión al sonido de Muse. Merece la pena escucharla y acompañar a Chris en su solitario viaje flotando por el espacio. Sí, porque es una de las dos canciones compuestas y cantadas por Chris Wolstenholme (bajista).

En este disco Muse han podido autoproducirse. Salvando las distancias, están emulando a otros cuatro compatriotas que alcanzaron la fama mediante el Rock’n’Roll y luego, con público y medios de su lado, pudieron dedicarse a experimentar dando siempre una forma impecable a todo lo que musicalmente se cocía a su alrededor. La diferencia con Muse es que allí había varios compositores excepcionales que se repartían el trabajo, en Muse todo este peso ha recaído hasta ahora sobre Matt Bellamy (guitarra, voz y teclados). La mayor implicación como compositor de Chris podría marcar un importante punto de cara al futuro de la carrera de la banda. De momento sus composiciones no sobresalen, pero sí encajan perfectamente en la estructura de The 2nd Law colocadas al final de lo que podría considerarse como el nudo.

"Liquid State" es otra ración de rock marca de la casa pero, al tratarse de la segunda de las composiciones de Chris, tiene un toque diferente. Diferente para venir de Muse, su voz casi recuerda a la de las bandas de punk californiano de la primera década 2000, para volver una vez más a sus queridas atmósferas en el estribillo.

El desenlace son las dos canciones homónimas, el grueso del concepto del disco. La primera de ellas, “The 2nd Law: Unsustainable”, una distopía a ritmo de Dubstep, la ración más importante del estilo en The 2nd Law, la composición de la que más orgulloso se siente Bellamy y a la que defiende de las abundantes críticas que le cayeron afirmando que está interpretada por ellos a los instrumentos y no por una máquina. Este tema les dio una gran publicidad antes de salir el disco. ¿El mensaje? La segunda ley de la termodinámica. ¿Lisa?...

“The 2nd Law. Isolated System” es su continuación pero esta vez llega con un piano a lo Mike Oldfield en Tubular Bells metido en una discoteca, cortes de radio y TV muy catastróficos y con el mismo mensaje. Todo para llegar a una frase final, a una palabra: “Isolated”.

El sentido común nos dice que el movimiento es sinónimo de vida mientras que la quietud lo es de lo inerte. No es de esta idea sino de la ley de la termodinámica de la que hablan Muse en The 2nd Law, la que defiende que la energía no se crea ni se destruye sino que se transforma. Ya lo dijo Homer y ahora lo cantan Muse. Aplicando el concepto a la realidad que nos acontece, si la energía sólo se transforma, tendrán que ser cambiados los ingredientes de la mezcla para provocar un cambio en el conjunto, un cambio para no morir. Y, como lo que no te mata te hace más fuerte, Muse sobreviven a los ataques y pérdidas de sus fans más integristas para crecer hasta la fama mundial, las giras de estadios, componer el tema oficial para los Juegos Olímpicos de Londres y todo ello, como dijo Homer, siguiendo las leyes de la termodinámica.

****

Me voy a darle otro traguito al Barón, pero me voy a quedar con el ejemplo de Homer. Una para ti, otra para mí. Una para ti, otra para mí. Una para ti, otra para mí…


viernes, 31 de agosto de 2012

Los LaZieS. Una historia de Rock'n'Roll (I)

Il Esperpento della vita

La luna parecía una galleta mordida a través de la ventana de su habitación en el barrio de Friedrichschain. Marrone, fundador y líder de los LaZieS, ha estado de vacaciones en Sicilia y acaba de grabar cuatro nuevas canciones para su último EP "The Western Side Of The World". Suena bien, ¿eh? Pues espera, que la realidad tiene muchos matices.

Hace dos semanas apuraba, como una de esas cannas que tanto le gusta fumar, sus últimos minutos en el estudio antes de un vuelo que perdería. Que perdería por culpa de...

¡Músculo a la batería!

El buen tempo de Músculo entre los tambores y platos no se aplica a su vida diaria y su hora de retraso provocó que Marrone llegase 15 minutos después del cierre de puertas del vuelo Berlín-Praga. Tuvo que coger así un tren y tener sólo media hora para llegar al aeropuerto de la capital checa. Hizo este recorrido en taxi y sin respiración. Una vez pudo tomar aire frente al mostrador de la aerolínea, y al fin junto a su querida Blondýnka, comprobó que le faltaba algo importante para viajar. No le habían devuelto el carnet de identidad que dejó como fianza la última vez que ensayó como batería de Chalaos en la Noisy.

Según se mire, no se lo devolvieron o él tampoco se acordó de pedirlo. El caso es que Blondýnka, esa imponente checa de metro noventa, no tenía más remedio que partir hacia Sicilia sin él. Mientras ella sobrevolaba Europa, su hermano llevaría a Marrone hasta el primer pueblo tras la frontera alemana. Era imposible coger el tren o el autobús hacia Berlín porque al cruzar de un país al otro, y a pesar de ser ambos estados pertenecientes a la Unión Europea, Marrone cuenta que revisan los dni's y pasaportes a los viajeros que llegan desde la República Checa. "Con total seguridad te lo piden en el autobús y es más aleatorio que te toque en el tren". Pero quién se la juega, arriesgándote a que la policía te retenga y le dé el toque final a unas vacaciones ya de por sí bastante "tocadas".

Una vez en el primer pueblito de Alemania, Marrone cogió el tren hasta Berlín (Este, por cierto), se tumbó dos horas y se fue para el aeropuerto donde finalmente pudo coger su billete a Sicilia. Allí le esperaría una semana de días soleados y vestigios de una cultura sobrecogedora. Pero le han vuelto unos dolores en el culo. Comió no sé qué cosa caducada y ahora... Ahora está jodido.

Definitivamente no se le puede acusar de ir de víctima, son muchas cosas. Yo le digo que "take it easy", que ha estado dos semanas de vacaciones en Sicilia y que acaba de grabar cuatro canciones con un sonido realmente bueno, que la cosa no está tan mal. Aunque he de reconocer que, en las primeras mezclas que hemos escuchado juntos, su voz me ha parecido más apagada que en los dos EP's anteriores (Angela Merkel Jugend; Bella Ciao). Mañana volverá a grabar algunas voces. Veremos qué tal se le da.

Crudas noches. O no.

jueves, 9 de agosto de 2012

Gárgolas

Noche de tejados, sabor mediterráneo y literatura comunista.


Como gárgola sobre el tejado te acercas a tocar el cielo de la noche de julio. La vieja torre de la televisión destaca en el tapiz de fondo. Casi todos los edificios cuentan con cuatro plantas y quedan por el camino casi a la altura de tus pies. T, tu ex-jefe, te habla desde el lado izquierdo. Es quien te ha invitado allí, la otra gárgola que divisa desde la imponente atalaya la vieja Berlín.

T habla de cómo legitimamos la explotación en China al introducir sus baratos productos en nuestro circuito comercial. De si hemos de devolver todas nuestras deudas, pagar a nuestros padres la cuenta de lo que les costó nuestra crianza. De que continúa habiendo multimillonarios y paraísos fiscales que albergan sus fortunas para no tener que contribuir a los impuestos en sus países de origen. De su convencida idea de que el 80% de la costa española está destruida. De lo que se disfrutan las tormentas nocturnas en ese tejado acolchado al que hemos accedido por una trampilla.

Si hay algo que le guste a esta gárgola de las ciudades son sus tejados, caminar sobre ellos con la gracilidad de los deshollinadores de Merry Poppins, o como lo hacen los gatos.

Pero podría destacar la pasta cuyo sabor se describe como mediterráneo por su mezcla de sardinas, atún y limón sobre algo de tomate. O la botella que la acompaña del mejor de los vinos baratos del KAISER’S, el supermercado y no la bodega de Wilhelm II. Ese vino sirve para saciar la sed de media hora de vuelo en bicicleta.

Sin desmerecimiento alguno, podría destacar también cualquiera de los momentos en los que se echa mano de un libro y se repite, casi en cuatro idiomas, lo que ahí está escrito. Buenas citas, sí señor. De las que, un miércoles por la noche subido a la atalaya recuerdan, por si se había olvidado, que: Berlin ist geil.



“Das Bewußtsein spiegelt sich im Wort wie die Sonne in einem Wassertropfen”

L. S. Wygotsky

“La conciencia se refleja en la palabra como el Sol en una gota de agua”


martes, 10 de julio de 2012

Hay noches...


Hay noches en el Berlín Este realmente interesantes.

Por ejemplo, puedes empezar en Prenzlauer Allee a beber whisky-cola de mezcla generosa junto a unos Wolfsburger mientras esos locos lo dan todo con la sensación berlinesa Seeed.

Son las 8 de la tarde. Y sin hielo, por favor, que aquí no hace calor. Y, si preguntas, eso es cosa de mujeres.

Más tarde, dar ese todo en un concierto donde realmente no hubiesen estado de más esos hielos. Y donde nosotros no hubiésemos llegado si no fuese por un oportuno anuncio en Facebook prometiendo una buena sesión de swing / polka / punk de forma gratuita. ¿Qué hay más apropiado para relatar en un lugar como Éste?

Son Budzillus, de Berlín, quienes ponen el ritmo y los Wolfsburger y este berlinés de adopción quienes bailan desprovistos de parte de arriba en la primera fila a imitación de los músicos. Unas brasileñas, que luego nos explicarían en un comprensible "portuñol" que habían llegado haciendo autoestop desde Francia, se nos unen a la fiesta. También muestran sus torsos parcialmente descubiertos alegrando al personal a ritmo de pogo. Son de Río, nos cuentan tras intensa hora y media de conciertazo. Juntos recuperamos fuerzas en la puerta gracias a las cervezas del "Späti" (Spätkauf o local donde puedes comprar cerveza a cualquier hora del día en la ciudad de Berlín. Vamos, lo equivalente a los locales de "Alimentación" de los chinos en España pero con la cerveza como protagonista indiscutible).

Un francés, de Saint Etienne, me pregunta por ese "Späti" y terminamos hablando sobre la Copa de Europa en los setenta y los problemas mundiales. Si es que está todo relacionado.

Escucho castellano y me muero por practicarlo. Sí, a esos esos extremos estamos llegando. Y más aún si es con un grupo que viene de ver los dos conciertos de Pearl Jam en Berlín y, antes, el de Praha. ¡Son fregoneros! Trato de serles como local lo más útil posible. Mientras, observo una vez más que la cámara de fotos no está cuando tiene que estar e inmortalizar ese pedazo de tatuaje de Pearl Jam que lleva uno de ellos en el brazo. Pearl Jam son los Rolling que nos han dado los noventa y yo, les amo desde la experiencia que me dan dos pedazo de conciertos suyos.

Y las brasileiras trataron de enseñarme algo de samba, pero poquito se me ha quedado. Así que despedida con dos besitos, que también se echan de menos, de los Wolfsburger con un buen abrazo y con "Ricardo", un músico alemán enamorado de las Jam Sessions, que me voy para la Dorotheenstraße.

martes, 3 de julio de 2012

La Roja y el niño


Murcia, 11 de julio de 1994. Un calor histórico achicharra la imagen de un niño y su hermano mayor frente al televisor. Dos líneas recorren las mejillas del pequeño emborronando el rojo y el amarillo con los que 93 minutos antes se había embadurnado la cara a conciencia. No es sudor lo que marca esas líneas, es una expresión de incomprensión que le brota de los ojos. La pantalla muestra una figura dramática de cabeza afeitada que devuelve a la camiseta blanca que porta su color original. Para ello usa como pintura la sangre que brota incesantemente de su tabique nasal partido. Tassotti, ese nombre quedará grabado en la memoria del niño que no acierta a comprender, ni su hermanito le puede explicar, una imagen tan dramática. Así, no podía más que llorar tan sólo intuyendo los amargos sentimientos que expresaba aquel desconsolado dorsal número 21.

Berlín, 1 de julio de 2012. En esta ocasión una pantalla algo más grande muestra el minuto 87 de la gran final de la Eurocopa 2012 y la historia se ha hecho cargo de aquel calor. Las emborronadas líneas vuelven a dibujarse entre vítores en la lengua de Dante Alighieri y los italianos ganan por mayoría en este extraño bar de la capital alemana que intenta emular una playa. Otro niño, uno que muy probablemente también lloró junto al dorsal número 21, acaba de preferir asistir a un amigo, ofreciéndole la alegría de marcar en una gran final, antes que buscar su gloria personal. Al otro lado de la pantalla los azzurri, admirados, aplauden a pesar de que signifique el definitivo 4-0 en contra de su selección. En realidad lo que quieren es pasárselo bien. Junto a ellos, aquel niño no puede acompañarles. No puede cerrar la boca para disimular su admiración, todos los recuerdos vuelven. A lo largo de 18 años ha visto a las mágicas selecciones de Brasil, Francia o a la siempre fuerte Alemania, a la vez que aquella idea del drama español se había ido haciendo más fuerte en diferentes actos. Pero ahora esa que viste de rojo juega mejor que cualquiera de ellas... Sin codazos, sin sangre. Se frota los ojos, se pellizca la cara. Sí, es la suya. Es España. Las lágrimas vuelven empujadas por una palabra que crece dentro del pecho: orgullo. Concluyó el drama. Esto no fue una “Vendetta”, fue una venganza. Sin sangre pero con lágrimas. Pero esta vez eran la expresión del orgullo y, como tal, se mostraban a nuestros hermanos mediterráneos. Nunca una lágrima fue mejor bandera.

Gracias Roja, de parte de aquel niño.