viernes, 31 de agosto de 2012

Los LaZieS. Una historia de Rock'n'Roll (I)

Il Esperpento della vita

La luna parecía una galleta mordida a través de la ventana de su habitación en el barrio de Friedrichschain. Marrone, fundador y líder de los LaZieS, ha estado de vacaciones en Sicilia y acaba de grabar cuatro nuevas canciones para su último EP "The Western Side Of The World". Suena bien, ¿eh? Pues espera, que la realidad tiene muchos matices.

Hace dos semanas apuraba, como una de esas cannas que tanto le gusta fumar, sus últimos minutos en el estudio antes de un vuelo que perdería. Que perdería por culpa de...

¡Músculo a la batería!

El buen tempo de Músculo entre los tambores y platos no se aplica a su vida diaria y su hora de retraso provocó que Marrone llegase 15 minutos después del cierre de puertas del vuelo Berlín-Praga. Tuvo que coger así un tren y tener sólo media hora para llegar al aeropuerto de la capital checa. Hizo este recorrido en taxi y sin respiración. Una vez pudo tomar aire frente al mostrador de la aerolínea, y al fin junto a su querida Blondýnka, comprobó que le faltaba algo importante para viajar. No le habían devuelto el carnet de identidad que dejó como fianza la última vez que ensayó como batería de Chalaos en la Noisy.

Según se mire, no se lo devolvieron o él tampoco se acordó de pedirlo. El caso es que Blondýnka, esa imponente checa de metro noventa, no tenía más remedio que partir hacia Sicilia sin él. Mientras ella sobrevolaba Europa, su hermano llevaría a Marrone hasta el primer pueblo tras la frontera alemana. Era imposible coger el tren o el autobús hacia Berlín porque al cruzar de un país al otro, y a pesar de ser ambos estados pertenecientes a la Unión Europea, Marrone cuenta que revisan los dni's y pasaportes a los viajeros que llegan desde la República Checa. "Con total seguridad te lo piden en el autobús y es más aleatorio que te toque en el tren". Pero quién se la juega, arriesgándote a que la policía te retenga y le dé el toque final a unas vacaciones ya de por sí bastante "tocadas".

Una vez en el primer pueblito de Alemania, Marrone cogió el tren hasta Berlín (Este, por cierto), se tumbó dos horas y se fue para el aeropuerto donde finalmente pudo coger su billete a Sicilia. Allí le esperaría una semana de días soleados y vestigios de una cultura sobrecogedora. Pero le han vuelto unos dolores en el culo. Comió no sé qué cosa caducada y ahora... Ahora está jodido.

Definitivamente no se le puede acusar de ir de víctima, son muchas cosas. Yo le digo que "take it easy", que ha estado dos semanas de vacaciones en Sicilia y que acaba de grabar cuatro canciones con un sonido realmente bueno, que la cosa no está tan mal. Aunque he de reconocer que, en las primeras mezclas que hemos escuchado juntos, su voz me ha parecido más apagada que en los dos EP's anteriores (Angela Merkel Jugend; Bella Ciao). Mañana volverá a grabar algunas voces. Veremos qué tal se le da.

Crudas noches. O no.

jueves, 9 de agosto de 2012

Gárgolas

Noche de tejados, sabor mediterráneo y literatura comunista.


Como gárgola sobre el tejado te acercas a tocar el cielo de la noche de julio. La vieja torre de la televisión destaca en el tapiz de fondo. Casi todos los edificios cuentan con cuatro plantas y quedan por el camino casi a la altura de tus pies. T, tu ex-jefe, te habla desde el lado izquierdo. Es quien te ha invitado allí, la otra gárgola que divisa desde la imponente atalaya la vieja Berlín.

T habla de cómo legitimamos la explotación en China al introducir sus baratos productos en nuestro circuito comercial. De si hemos de devolver todas nuestras deudas, pagar a nuestros padres la cuenta de lo que les costó nuestra crianza. De que continúa habiendo multimillonarios y paraísos fiscales que albergan sus fortunas para no tener que contribuir a los impuestos en sus países de origen. De su convencida idea de que el 80% de la costa española está destruida. De lo que se disfrutan las tormentas nocturnas en ese tejado acolchado al que hemos accedido por una trampilla.

Si hay algo que le guste a esta gárgola de las ciudades son sus tejados, caminar sobre ellos con la gracilidad de los deshollinadores de Merry Poppins, o como lo hacen los gatos.

Pero podría destacar la pasta cuyo sabor se describe como mediterráneo por su mezcla de sardinas, atún y limón sobre algo de tomate. O la botella que la acompaña del mejor de los vinos baratos del KAISER’S, el supermercado y no la bodega de Wilhelm II. Ese vino sirve para saciar la sed de media hora de vuelo en bicicleta.

Sin desmerecimiento alguno, podría destacar también cualquiera de los momentos en los que se echa mano de un libro y se repite, casi en cuatro idiomas, lo que ahí está escrito. Buenas citas, sí señor. De las que, un miércoles por la noche subido a la atalaya recuerdan, por si se había olvidado, que: Berlin ist geil.



“Das Bewußtsein spiegelt sich im Wort wie die Sonne in einem Wassertropfen”

L. S. Wygotsky

“La conciencia se refleja en la palabra como el Sol en una gota de agua”