lunes, 29 de abril de 2013

Las frases del Randy


Un martes por la tarde, a través de la ventana del tranvía y mientras observaba el reloj de la estación de Prenzlauer Allee antes de ir a grabar unas vieiras para los LaZieS, se me ocurrió una de esas frases que tanto le gusta difundir a mi estimado amigo Randy a través de las redes sociales:

“La realización de mi vida ha de ser la cristalización de mi educación.”

La del libro y la de las familias. En casa y fuera. La de las hostias* gordas, de cuando me juré que no volvería a pasar.

Y volvió a pasar. Y de nuevo apretando los dientes aprendí. Todavía vinieron otras muchas con diferentes decorados pero en esencia iguales.

Hasta que por fin aprendí, a reírme de mí.

Me amo, me odio. Pero, qué hostias*, lo disfruto.

HOSTIA


*Mi razón para no decir hostia se basa en el respeto a las personas a quienes les afecta. Pero digo que está bien el preocuparse del porqué. Es tan sólo una palabra, ¿por qué no podemos utilizarla? Diría que por lo que significa: algo así como cagarse en Dios, una falta de respeto. Pues eso, nos piden que respetemos una palabra para demostrar que podemos respetar. Pero es tan…
Sólo una palabra.

miércoles, 3 de abril de 2013

Basura


Un vistazo al cubo de basura me dice:
Paquete de queso fresco con pepino y ajo, condones, un bote de gel. Y café, mucho café.

lunes, 1 de abril de 2013

Recupera la mirada del niño


Foto: Melódica: Pocos la conocen; menos saben cómo se llama; nadie la toca como Luis.
Luis García Cortizas retratado por Luis Taboada de Zúñiga Juárez (2008)

Sentado en el puerto de mi niñez,
observando las luces del muelle perderse entre la niebla,
río al sentir la música acariciando mis brazos
y comprobando que es amigo ese joven montés que me acompaña.


Como una de esas cosas grandes que no pueden tener sino un origen sencillo, allí estaba Luis apoyado sobre la cocina de leña de su abuela en Cabría Nova, para seleccionar de toda esta maraña de informaciones la historia de aquella madre que con la ilusión de conseguir una videoconsola para su hijo murió de lo que podría llamarse una “sobredosis de agua”.
Qué listo es el Google, escribo “mujer muere” y él me da “por tomar agua”. Obviedades aparte, he aquí la vida una vez más con una desgarradora y tragicómica historia: una madre sacrificada a base de agua por la felicidad que podría aportar a su hijo una máquina.
Ante esta historia parecen quedar claras algunas cosas y, más interesante aún, mostrar cierta dirección en otras ante las que aún se está a tiempo de reaccionar. Por una parte, amiga, aun cayendo en el saco del cómodo consejo a posteriori te diría que en exceso es mortal hasta lo más bueno. Por otra, ¿es ésta la sociedad que queréis? Se va la madre y queda la máquina, pero preguntad a ese niño si la videoconsola le prepara el bocata.

Gracias Luis, hermano, nuevamente por mover la piedra que prende la mecha.

¿Me miras a mí?
Mírale a él.
Se está notando.
Lui Lui